Macetas y sustratos: la base para que tus plantas prosperen

Cuando empecé a cuidar de mis primeras plantas, confieso que elegía las macetas más bonitas sin pensar en sus necesidades reales. Con el tiempo aprendí que el recipiente y el sustrato son casi tan importantes como la especie que elijas. Aquí comparto lo que he aprendido a base de ensayo y error.

【¿Maceta de plástico o de terracota?】

El tamaño importa. Si la planta es de unos 50 cm de altura, conviene usar una maceta de unos 30 cm de diámetro; si aspira a alcanzar el metro, el diámetro de la maceta debería rondar los 50 cm. Una maceta demasiado grande retiene humedad en exceso y puede asfixiar las raíces; una demasiado pequeña detiene el crecimiento.

También importa el material. Las macetas de plástico conservan mejor la humedad, por lo que son idóneas para plantas que disfrutan de un sustrato húmedo. Las de terracota son porosas, permiten que la tierra respire y se sequen más rápido, ideales para suculentas y plantas que necesitan un suelo con buen drenaje. Tengo ambas en casa y las uso según la sed de cada planta.

Sea cual sea el material, asegúrate de que tengan agujeros en la base. En mis inicios descuidé este detalle y terminé con raíces podridas porque el agua no podía salir. Si colocas un plato debajo, recuerda vaciarlo después de regar para evitar que el exceso de agua vuelva a la maceta.

【El arte de mezclar el sustrato】

No existe una ‘tierra universal’ que sirva para todas las plantas. La mayoría de mis plantas agradecen una mezcla ligera y rica en materia orgánica. Una combinación que me funciona es: una parte de turba para retener humedad, una parte de humus de lombriz como fuente de nutrientes y una parte de fibra de coco para airear el sustrato. A esto le añado perlita o vermiculita para mejorar el drenaje y coloco una capa de grava o piedrecillas en el fondo.

Para las suculentas sustituyo la turba por arena gruesa o sustrato específico, porque prefieren un sustrato más mineral que drene rápido. En cambio, para plantas tropicales añado un poco de corteza de pino para aumentar la retención de humedad. No tengas miedo de experimentar; tus plantas te irán indicando si la mezcla es la correcta.

【Renovar y trasplantar】

Con el tiempo, el sustrato se va compactando y pierde nutrientes. Cada uno o dos años suelo trasplantar mis plantas a una maceta ligeramente mayor, aprovechando para retirar raíces viejas y renovar parte del sustrato. Este simple gesto rejuvenece la planta y evita que se quede sin espacio para crecer.

【Conclusión】

Elegir bien la maceta y preparar un buen sustrato es como elegir la casa y la comida perfectas para tus plantas. Cuando les das un hogar cómodo y tierra de calidad, te lo agradecen con hojas brillantes y crecimiento vigoroso. No se trata de gastar mucho, sino de entender qué necesita cada especie y adaptar sus cuidados. Así, tus plantas no solo sobrevivirán, sino que prosperarán.

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