Los mejores abonos orgánicos que puedes hacer tú mismo

Una planta bien alimentada es una planta feliz. Pero eso no significa que debas gastar en fertilizantes comerciales. Con lo que tienes en casa — restos de cocina, hojas secas, cáscaras y otros elementos naturales — puedes preparar abonos orgánicos caseros, efectivos, económicos y sostenibles.

En este artículo descubrirás los mejores tipos de abono orgánico que puedes hacer tú mismo, cómo aplicarlos y en qué plantas funcionan mejor.


¿Por qué elegir abonos orgánicos caseros?

Usar fertilizantes naturales tiene muchos beneficios:

  • Es gratis o muy económico
  • Reduces tus desechos domésticos
  • Evitas químicos que pueden dañar el suelo o contaminar el agua
  • Mejoras la salud del sustrato a largo plazo
  • Estimulas el crecimiento natural de tus plantas

Además, es una excelente manera de cuidar el medio ambiente desde tu propio hogar.


1. Compost casero

¿Qué es?

Es el abono orgánico más completo. Se obtiene de la descomposición de restos orgánicos de cocina y jardín.

¿Qué puedes usar?

  • Cáscaras de frutas y verduras
  • Cáscaras de huevo
  • Posos de café
  • Restos de poda
  • Papel o cartón sin tinta de color

¿Cómo hacerlo?

  1. Elige un recipiente o rincón para compostar.
  2. Alterna residuos secos (hojas, papel) con húmedos (frutas, vegetales).
  3. Remueve cada 3-5 días para oxigenar.
  4. En 1 a 3 meses tendrás un abono oscuro, suelto y con olor a tierra.

¿Cómo usarlo?

Mezcla con tierra antes de sembrar o colócalo alrededor de plantas ya establecidas.


2. Cáscaras de plátano

¿Qué aportan?

Potasio, fósforo y calcio, ideales para estimular la floración y el desarrollo de frutos.

¿Cómo usarlas?

  • Corta las cáscaras en trozos pequeños y entiérralas cerca de la planta.
  • O licúalas con agua para hacer un fertilizante líquido.

¿Dónde usarlas?

  • Plantas con flor
  • Huertos caseros (tomates, pimientos, fresas)
  • Plantas de interior que necesiten fortalecerse

3. Cáscaras de huevo

¿Qué aportan?

Calcio, magnesio y potasio.

¿Cómo usarlas?

  • Lava y seca las cáscaras.
  • Tritúralas bien con un mortero o licuadora.
  • Espolvorea sobre el sustrato o mezcla con tierra.

¿Para qué sirven?

  • Fortalecer raíces
  • Prevenir pudrición apical (especial en tomates)
  • Disuadir caracoles y babosas si las dejas en trozos grandes

4. Agua de arroz

¿Por qué funciona?

El agua de enjuagar el arroz contiene almidón, minerales y vitaminas.

¿Cómo usarla?

  • Guarda el agua del primer enjuague del arroz.
  • Deja reposar 24 h a temperatura ambiente.
  • Riega con esta agua una vez por semana.

Beneficios:

  • Mejora la actividad microbiana del suelo
  • Fortalece el crecimiento general
  • Útil para plantas débiles o recién trasplantadas

5. Posos de café

¿Qué aportan?

Nitrógeno, magnesio y antioxidantes.

¿Cómo usarlos?

  • Esparce una fina capa sobre la tierra (no abuses).
  • Mezcla con compost o tierra antes de sembrar.
  • También puedes hacer infusiones para riego.

Precauciones:

  • No usar en exceso: puede acidificar el suelo
  • Ideal para plantas como hortensias, azaleas, rosas y helechos

6. Infusión de lentejas (enraizante natural)

¿Qué es?

Un enraizante casero lleno de hormonas vegetales que estimulan el desarrollo de raíces.

¿Cómo hacerla?

  1. Remoja 1 taza de lentejas en agua por 8-12 horas.
  2. Licúa con el agua del remojo.
  3. Cuela y diluye con más agua (1:3).
  4. Riega plantas nuevas o esquejes.

Ideal para:

  • Esquejes recién plantados
  • Trasplantes
  • Plantas jóvenes

7. Té de compost o de cáscara

¿Qué es?

Una infusión líquida obtenida al dejar compost o cáscaras en agua durante días.

¿Cómo hacerlo?

  • Llena un balde con agua y añade cáscaras de frutas o compost maduro.
  • Deja fermentar de 3 a 5 días.
  • Cuela y riega tus plantas.

Ventajas:

  • Se absorbe más rápido que el compost sólido
  • Ideal para plantas de crecimiento rápido

8. Fertilizante con ortiga (opcional)

¿Qué aporta?

Nitrógeno, hierro y minerales.

¿Cómo prepararlo?

  1. Recolecta hojas frescas de ortiga con guantes.
  2. Coloca en un balde con agua.
  3. Deja fermentar 7 a 10 días.
  4. Cuela y diluye 1:10 antes de usar.

Nota: Tiene un olor fuerte, úsalo al aire libre.


Consejos para aplicar abonos caseros correctamente

  • No uses todos al mismo tiempo. Alterna según necesidad.
  • Evita aplicar en exceso: más no siempre es mejor.
  • Riega después de aplicar abono sólido.
  • Asegúrate de que los residuos estén bien descompuestos para evitar hongos o mal olor.
  • Aplica abono líquido 1 vez por semana o cada 15 días.

Abonar naturalmente es cuidar con inteligencia

Preparar tus propios abonos no solo te ahorra dinero, sino que fortalece tus plantas, mejora tu suelo y conecta tu hogar con un ciclo natural más saludable. Además, cada resto orgánico que usas es basura que no va al contenedor.

Empieza con lo que tengas: una cáscara, un poso de café, un poco de paciencia… y verás cómo tu jardín lo agradece con hojas más verdes y flores más coloridas.

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